Con el caudal de los ríos estabilizado y los fondos bastante limpios tras un otoño de crecidas, el ciclo reproductivo de la trucha está comenzando en gran parte de los cursos de agua de León. En los ríos bercianos ya han comenzado hace algunos días («Por la Asunción la trucha en el fregón»). En los ríos regulados también comienzan a advertirse concentraciones de truchas, pese a que en las zonas bajas la mayoría de los ejemplares son híbridos y nunca van a conseguir reproducirse aunque mantengan un comportamiento similar a la trucha autóctona. En los ríos de montaña, sin embargo, el fenómeno resulta mucho mas tardío pudiendo retrasarse hasta mediados de febrero. Este año la ausencia de nieve en las montañas hace que prácticamente no haya deshielos, por lo que las aguas bajan con un par de grados más de lo normal en su temperatura.

Las crecidas del mes de noviembre han permitido que los reproductores de los cursos medios hayan subido hasta los arroyos de cabecera. No es que se vean grandes concentraciones, pero a simple vista y debido a que los caudales vuelven a ser normales, se aprecian muy buenos ejemplares en los lugares característicos donde, año tras año, vuelven a reunirse. En este sentido resultaban espectaculares las truchas del Burbia, por encima del puente de Horta, o las del Valcace en Trabadelo, tanto debajo del puente del restaurante Nova Ruta como en la desembocadura del arroyo de Paradela. En ambos lugares las aguas discurren con gran transparencia, pese a la contaminación que revelan los estudios hidrobiológicos. En el Torío, Curueño, Bernesga y Omaña están comenzando a concentrarse y ya se las detecta en zonas remansadas debajo de los puentes, lugares por otra parte mas visitados por los curiosos. En el Duerna las concentraciones son asombrosas por la cantidad de truchas, pudiendo verse dispuestos para la freza ejemplares de apenas 19 cms. En los acotados de este río, posiblemente el que cuenta con mayores concentraciones por metro cuadrado, resultan muy escasos los reproductores de tamaño grande o incluso medio. Asombroso resulta igualmente que, en los pequeños arroyos que bajan del Teleno, en la zona que en su día se quemó y ahora comienza a recuperarse, sin apenas agua, se vean truchas dispuestas a reproducirse.

En todo caso y en estas fechas es preciso extremar la vigilancia, pues las concentraciones de trucha atraen a dos enemigos directos: el furtivo de la nasa, la tiradera o la cucharilla y el cormorán grande, cada año mas abundante.